
En época de crisis se aumenta de peso, unos porque pierden el empleo y se vuelven sedentarios y otros porque compran lo barato y, por desgracia, normalmente la comida trae más grasas y menos calidad.
La actividad física disminuye con los años y como consecuencia del envececimieneto de la población, todos nos volvemos más lentos y gordos u obesos.
Además está comprobado que, al menos en España, la gente vuelve a estudiar entrados los treinta, favorenciendo esta circustancia lo planteado anteriormente.
Cambiar no es fácil, pero depende de cada uno de nosotros el ser crítico con lo que nos llevamos a la boca. Amoldar nuestros hábitos alimentarios a la realidad de forma más sana es posible. No hay mal que por bien no venga, gracias a las bolsas de ensalada se ha aumentado notablemente el consumo de este producto. Que nos da pereza labar la lechuga, pues pago un poco más y me compro una bolsa con ella troceada para que esté lista para aliñar.