
Tres familias españolas pasarán 21 días conviviendo con otras tres familias africanas y asiáticas desenvolviéndose en dicho entorno.
Me parece vergonzoso que etnocéntricamente pensemos que ellos son los diferentes, las personas que viven en su ambiente, con sus creencias, costumbres..., en definitiva su cultura, y vayamos allí con las cámaras de televisón a filmar cómo nos comportamos y sacar beneficio económico de todo ésto.
¿Qué les habrán ofrecido a estas tribus a cambio de rodar casi un mes día y noche sus costumbres? ¿Habremos contagiado nuevamente a otras culturas? ¿Pondremos en medio de la sabana la famosa hamburguesería para que engorden como los occidentales?
Lamentable espectáculo muy poco digno de ver y que disfruta de como el ser humano sigue destruyendo su entorno, el más rico y diverso que existe.