martes, 7 de abril de 2009

Antropología y poder

Democracia - Annais: Fuente Flickr Ramón D. Rivas ha publicado recientemente un artículo muy interesante ¿Quién gobierna a quién y cómo se ejerce el gobierno? (parte 1 y parte 2). Destaca la necesidad de crear orden en toda sociedad para sobrevivir en el caos que sino habría. Ese orden se traduce en poder que el pueblo, como universal cultural, tiene.

Para que unos gobiernen a otros, se debe de dar el consenso necesario para establecer estas reglas del juego que, a veces, no son tan transparentes como se pintan; el poder es coercitivo entre quien manda y quien es sometido al mando.

Hoy la antropología nos ayuda a interpretar cómo se ejerce el poder en las sociedades que componen nuestro mundo. Así descubrimos cómo, aquellas sociedades denominadas "democráticas", dejan mucho que desear. Nos ciega el etnocentrismo que nos lleva a tener una imagen parcial de la realidad.

Hay que democratizar el poder creando lazos transversales que hagan permeable las relaciones entre quien ejerce y quien recibe. Debe existir una relación bidireccional que fluya y que haga flexible a unos y otros.

Las sociedades nómadas, tribales y hasta las empresas modernas, separan la estructura de poder de la organizacional aunque formen parte del mismo órgano social. Así la sociedad tiene o tendrá como único fin el bienestar del individuo. Con la separación real de poderes podrá darse el Estado de derecho, y la democracia, entendida como poder del y para el pueblo.